Una hoja de papel, puesta sobre un escritorio junto a otras hojas iguales a ella, se encontró un día cubierta de señales.
Una pluma, llena de tinta negra, había trazado sobre ella muchos diseños y palabras.
“¿Por qué me has tratado así?, dijo la hoja de papel a la tinta. “¿No podrías haberme evitado esta humillación?
¡Estaba tan blanca y limpia! ¡Pero tú me has ensuciado con tu negro infierno, me has estropeado para siempre!.”
“ Espera – le respondió la tinta- Yo no te he ensuciado, te he revestido de símbolos. Antes tú no eras más que una simple hoja de papel, ahora te has
convertido en un mensaje. Tú guardas el pensamiento del ser humano, eres un instrumento precioso”
Autor: Leonardo da Vinci