Buscador y Directorio SUD HemisferioSUD: enero 2011

domingo, 30 de enero de 2011

La lámpara y el aceite

Dios hizo al hombre de tal manera que su presencia en el hombre es un imperativo para su humanidad. Una lámpara de aceite fue concebida de tal suerte que sólo produce luz en virtud del hecho de que haya aceite en su interior para sustentar la luz.

Supongamos que pregunto: “¿Por qué necesita un candil aceite para dar luz?”. Sin buscar complicaciones, la respuesta sería simplemente: “Porque lo hicieron así.” Puede separar la lámpara del aceite, y sigue teniendo una lámpara, pero no sirve como tal. No hay vida en la lámpara. ¿Cuál sería el remedio? Volver a ponerle aceite a la lámpara.
Ahora bien, si puede imaginar una lámpara capaz de pensar, diciendo: “sin aceite no puedo hacer nada, no soy nada.” Esto no sería intraversión malsana; sería simplemente una lámpara enfrentándose con los hechos básicos de su misma existencia. “Me hicieron así. Fui concebida para contener aceite, que es lo único que puede mantener la luz encendida. De modo que fui creada para adoptar una actitud de dependencia, de forma que tenga que recibir para poder cumplir la función para la que fui creada.


Autor: Ian Thomas

jueves, 27 de enero de 2011

Las tres rejas

El joven discípulo de un sabio filósofo llega a casa de éste y le dice:
-Oye, maestro, un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia...

-¡Espera! lo interrumpe el filósofo-. ¿Ya has hecho pasar por las tres rejas lo que vas a contarme?
-¿Las tres rejas?
-Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto?
-No. Lo oí comentar a unos vecinos.
-Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?
-No, en realidad no. Al contrario...
-¡Ah, vaya! La última reja es la necesidad. ¿Es necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta?
-A decir verdad, no.
-Entonces -dijo el sabio sonriendo-, si no es verdadero, ni bueno, ni necesario, enterrémoslo en el olvido.

miércoles, 26 de enero de 2011

El eco

Un hijo y su padre estaban caminando en las montañas. De repente, el hijo se cayó, se lastimó y gritó:
"AAAhhhhhhhhhhhhhhh ! ! !".
Para su sorpresa, oyó una voz repitiendo, en algún lugar en la montaña:
"AAAhhhhhhhhhhhhhhh ! ! !"
Con curiosidad, el niño grito: "Quién eres tú?"
Recibió de respuesta: "Quién eres tú?"

Enojado con la respuesta, grito: "Cobarde!"
Recibió de respuesta:"Cobarde!"
Miró a su padre y le preguntó: "Que sucede?"
El padre sonrió y dijo: "Hijo mío, presta atención."
Y entonces el padre gritó a la montaña: "Te admiro!"
La voz respondió: "Te admiro!"
De nuevo el hombre gritó: "Eres un campeón!"
La voz respondió: "Eres un campeón!"
El niño estaba asombrado, pero no entendía.
Luego el padre explicó: "La gente lo llama ECO, pero en realidad es la VIDA...Te devuelve todo lo que dices o haces... Nuestra vida es simplemente reflejo de nuestras acciones. Si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor... Si deseas mas competitividad en tu grupo, ejercita tu competencia... Esta relación se aplica a todos los aspectos de la vida... La vida te dará de regreso exactamente aquello que tú le has dado."
Tu vida no es una coincidencia... Es un reflejo de ti. Alguien dijo: "Si no te gusta lo que recibes de vuelta, revisa lo que emites"

lunes, 24 de enero de 2011

La ira no es buena consejera
Sócrates llegó a acostumbrarse a no dejarse dominar por la ira ni el miedo ni la preo cupación.
Cuando un día lo insultó uno de sus alumnos, se quedó callado y ni lo regañó ni lo castigó. A los tres días le llamó la atención y le impuso un castigo.
Le preguntaron por qué no había regañado y castigado el mismo día de la ofensa, y respondió: “Es que ese día yo estaba en cólera.
Y todo lo que se hace o se dice con ira o mal genio queda mal hecho o mal dicho”.
Las Apariencias
Un mañana, por encargo de su abuelita, Adela fue al bosque en busca de setas para la comida. Encontró unas muy bellas, grandes y de hermosos colores llenó con ellas su cestillo.

-Mira abuelita -dijo al llegar a casa-, he traído las más hermosas...
¡mira qué bonito es su color escarlata!

Había otras más arrugadas, pero las he dejado.

-Hija mía -repuso la anciana- esas arrugadas son las que yo siempre he recogido. Te has dejado guiar por las y apariencias engañosas y has traído a casa hongos que contienen veneno. Si los comiéramos, enfermaríamos; quizás algo peor...

Adela comprendió entonces que no debía dejarse guiar por el bello aspecto de las cosas, que a veces ocultan un mal desconocido.

domingo, 23 de enero de 2011




Dia o noche?
Preguntó un maestro a sus discípulos para ver si sabrían decir cuándo acababa la noche y empezaba el día. Uno de ellos dijo: "Cuando ves a un animal a distancia y puedes distinguir si es una vaca o un caballo".

"No", dijo el maestro.
Otro dijo: "Cuando miras un árbol a distancia y puedes distinguir si es un mango o un naranjo".

"Tampoco" dijo el maestro.

"Está bien", dijeron los discípulos, "dinos cuándo es".

A lo que el maestro respondió: "Cuando miras a un hombre al rostro y reconoces en él a tu hermano; cuando miras a la cara a una mujer y reconoces en ella a tu hermana. Si no eres capaz de esto, entonces, sea la hora que sea, para ti... ¡aún es de noche!".