Buscador y Directorio SUD HemisferioSUD: febrero 2011

sábado, 26 de febrero de 2011

Clavos en la puerta


Esta es la historia de un muchachito que tenia muy mal caracter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, deberia clavar un clavo detras de la puerta.
El primer dia, el muchacho clavo 37 clavos detras de la puerta. Las semanas que siguieron, a medida que el aprendia a controlar su genio,clavaba cada vez menos clavos detras de la puerta.
Un día descubrio que era mas facil controlar su genio que clavar clavos detras de la puerta. Llego el dia en que pudo controlar su caracter durante todo el dia.
Despues de informar a su padre, este le sugirio que retirara un clavo cada dia que lograra controlar su caracter.
Los dias pasaron y el joven pudo anunciar a su padre que no quedaban mas clavos para retirar de la puerta...
Su padre lo tomo de la mano y lo llevo hasta la puerta. Le dijo: "has trabajado duro, hijo mio, pero mira todos esos hoyos en la puerta.. Nunca mas sera la misma. Cada vez que tu pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aqui ves.
Tu puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero del modo como se lo digas lo devastara, y la cicatriz perdurara para siempre. Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa fisica"

La duda

Un hombre estaba sentado en el comedor de su casa; a su izquierda había un vaso de agua y a su derecha un plato de alimento. 
 
Inseguro de si era hambre o sed lo que padecía, dudaba entre tomar la comida o beber el agua. Y persistiendo la incertidumbre murió sin probar el alimento ni saciar la sed.
 

Papá cuanto ganas?

Papi ¿cuánto ganas por hora? Con voz tímida y ojos de admiración, un pequeño recibía así a su padre al término de su trabajo.

El padre dirigió un gesto severo al niño y repuso:
-Mira hijo, esos informes ni tu madre los conoce. No me molestes estoy cansado.

-Pero Papá -insistía el pequeño- dime por favor cuánto ganas por hora.
La reacción fue menos severa, el padre sólo contestó:
-Ochocientos pesos por hora.
-Papi, ¿Me podrías prestar cuatrocientos pesos? -preguntó el pequeño.
El padre muy enojado y tratando con brusquedad al hijo, le dijo:
-Así que esa es la razón de saber cuánto gano. Vete a dormir y no me molestes, ¡muchacho aprovechado!
-Había caído la noche. El padre había meditado sobre lo sucedido y se sentía culpable: ¡tal vez su hijo necesitaba algo!
-En fin, como quería descargar su conciencia dolida, se asomó al cuarto del niño. Con voz baja preguntó:
-¿Duermes Hijo?
-Dime papá -respondió el niño.
-Aquí tienes el dinero que me pediste -respondió el padre.
-Gracias papá -contestó el pequeño y metiendo su manita bajo su almohada, sacó unos billetes y dijo:

Ahora ya completé, papi, ¡Tengo ochocientos pesos! ¿Me podrías vender una hora de tu tiempo?

Las dos ranas

Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demas ranas se reunieron alrededor del hoyo.

Cuando vieron cuan hondo este era, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos practicos, se debian dar por muertas.

Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas.

Las otras seguian insistiendo que sus esfuerzos serian inutiles.

Finalmente, una de las ranas puso atencion a lo que las demas decian y se rindio, se
desplomo y murio. La otra rana continuo saltando tan fuerte como le era posible.

Una vez mas, la multitud de ranas le gritaba y le hacian señas para que dejara de sufrir y que simplemente se dispusiera a morir, ya que no tenia caso seguir luchando. Pero la rana salto cada vez con mas fuerzas hasta que finalmente logro salir del hoyo.

Cuando salio, las otras ranas le dijeron: "nos da gusto que hayas logrado salir, a pesar de lo que te gritabamos". La rana les explico que era sorda, y que penso que las demas la estaban animando a esforzarse mas y salir del hoyo. 
 
Moraleja
1. La palabra tiene poder de vida y muerte. Una palabra de aliento compartida con alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarlo al finalizar el dia.
2. Una palabra destructiva dicha a alguien que se encuentre desanimado puede ser lo que acabe por destruir. Tengamos cuidado con lo que decimos.
3. Una persona especial es la que se da tiempo para animar a otros.

En la NASA, hay un poster muy lindo de una abeja, el cual dice asi:
"Aerodinamicamente el cuerpo de una abeja no esta hecho para volar, lo bueno es que la abeja no lo sabe"

¿Aguila o Gallina?

Un granjero se encontró un huevo de águila, el cual recogió del suelo y colocó más tarde en el nido de una gallina. El resultado fue que el aguilucho se crió junto a los polluelos.
Así, creyéndose ella misma gallina, el águila se pasó la vida actuando como éstas. Rascaba la tierra en busca de semillas e insectos con los cuales alimentarse. Cacareaba y cloqueaba. Al volar, batía levemente las alas y agitaba escasamente su plumaje, de modo que apenas se elevaba un metro sobre el suelo. No le parecía anormal; así era como volaban las demás gallinas.
Un día vio que un ave majestuosa planeaba por el cielo despejado.
Volaba sin casi batir sus resplandecientes alas dejándose llevar gallardamente por las corrientes de aire.
-¡Qué hermosa ave! -le dijo a la gallina que se hallaba a su lado. ¿Cuál es su nombre?
-Aguila, la reina de las aves - le contesto ésta. Pero no te hagas ilusiones: nunca serás como ella.
El águila vieja dejó, en efecto, de prestarle atención.
Murió creyendo que era gallina...

Cuantas veces en tu vida te han dicho... "Pero no te hagas ilusiones... nunca serás...."  

Que las limitaciones que puedas tener en tu vida sean impuestas por tu propio ser !
 

EL CORAZON MAS HERMOSO

Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el corazón más hermoso de toda la comarca. Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en ÉL ni máculas ni rasguños. Sí, coincidieron todos que era el corazón más hermoso que hubieran visto.

Al verse admirado el joven se sintió más orgulloso aún, y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto lugar.

De pronto un anciano se acercó y dijo: ¿Porqué dices eso, si tu corazón no es ni tan, aproximadamente, tan hermoso como el mío?

Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y éstos habían sido reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares en su derredor. Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos.

La mirada de la gente se sobrecogió.- ¿Cómo puede él decir que su corazón es más hermoso?, pensaron.

El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echó a reír. "Debes estar bromeando" dijo. "Compara tu corazón con el mío… El mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor".

"Es cierto," dijo el anciano, "tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo"…
Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor. Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos.
Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido".


Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a.
cambio. De ahí quedaron los huecos.
Dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algún día, quizás, regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón.

¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?

El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas.
Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció. El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven.

La pieza se amoldó, pero no a la perfección. Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes.  El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior.

¡Desde aquí puedo ver lo hermoso que es tu corazón!

¡Que tengas un lindo día! El más hermoso!
Recibe un pedazo de mi corazón…

El Viejo Sendero

Un día, un becerro tuvo que atravesar un bosque virgen para volver a su pastura. Siendo animal irracional, abrió un sendero tortuoso, lleno de curvas, subiendo y bajando colinas.
Al día siguiente, un perro que pasaba por allí usó ese mismo sendero para atravesar el bosque. Después fue el turno de un carnero, lider de un rebaño, que, viendo el espacio ya abierto, hizo a sus compañeros seguir por allí.
Más tarde, los hombres comenzaron a usar ese sendero: entraban y salían, giraban a la derecha, a la izquierda, descendían, se desviaban de obstáculos, quejándose y maldiciendo, con toda razón. Pero no hacían nada para crear una nueva alternativa.
Después de tanto uso, el sendero acabó convertido en un amplio camino donde los pobres animales se cansaban bajo pesadas cargas, obligados a recorrer en tres horas una distancia que podría haber sido vencida en treinta minutos, si no hubieran seguido la vía abierta por el becerro.
Pasaron muchos años y el camino se convirtió en la calle principal de un poblado y, posteriormente, en la avenida principal de una ciudad. Todos se quejaban del tránsito, porque el trayecto era el peor posible.

Mientras tanto, el viejo y sabio bosque se reía, al ver que los hombres tienen la tendencia a seguir como ciegos el camino que ya está abierto, sin preguntarse nunca si aquélla es la mejor elección.

sábado, 19 de febrero de 2011

¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?


Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra. La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un bol. Sacó los huevos y los colocó en otro bool.. Coló el café y lo puso en un tercer bool.. Mirando a su hija le dijo: "Querida, ¿qué ves?"
"Zanahorias, huevos y café" fue su respuesta. La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.
Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa esto, Padre?" El le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua fuerte, dura. Pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil. su cáscara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido.
Los granos de café sin embargo eran únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.
¿Cual eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes?. ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?
¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan , te vuelves débil y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? Poseías un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, un divorcio o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual, pero ¿eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido? ¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tú reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren. ¿Cómo manejas la adversidad? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?

miércoles, 16 de febrero de 2011

Los Cangrejos

Hubo cierta vez una reunión muy importante en el fondo del mar, Era la reunión de los cangrejos. La había convocado uno de los más viejos para tomar en ella, lo que él pensaba, era una decisión muy importante.


Acudieron pues cangrejos de todos los mares, desde los que llegaban de mares pequeños y aguas tranquilas, hasta los que procedían de los océanos más agitados. Aún aquellos que vivían en los ríos contaminados mandaron a su delegado.

La reunión se abrió puntualmente. El viejo cangrejo tomó la palabra y dijo: "Amigos míos, hemos venido haciendo algo que se ha constituido en un mal ejemplo para el resto del mundo. Es una costumbre que tenemos que cambiar".

Muy preocupados, todos lo miraban con curiosidad. Un joven cangrejo de río no pudo reprimir la curiosidad, y preguntó: "¿Y cuál es esa costumbre?" "¿Por qué crees que es un mal ejemplo para los demás seres de la creación?".

El anciano cangrejo respiró profundo. Muy preocupado tomó de nuevo la palabra y continuó: "Se lo diré sin rodeos. Debemos de dejar de caminar hacia atrás. Todos nos ponen de ejemplo negativo y hablan de nosotros como retrógradas". Un cangrejo colorado que venía de muy lejos, dándose cuenta de lo serio del problema, preguntó: "¿Y qué propones para remediar el nocivo ejemplo que damos?".

El anciano cangrejo tomó de nuevo la palabra: "Seré realista. Para nosotros ya es muy difícil cambiar. Pero para los cangrejos niños será más fácil. Yo propongo que sus madres les enseñen a caminar hacia adelante".

Los cangrejos se emocionaron con la sinceridad con que se les había hablado, y secundaron con entusiasmo la moción. En esta forma quedó instituido que todos los cangrejos que nacieran de ese momento en adelante, serían instruidos por sus madres para caminar hacia adelante.
Cada uno volvió a su hogar. Y las madres empezaron a enseñar a sus pequeñuelos. Guiaron con amor sus patitas, primero una hacia adelante, luego la otra. Una y otra vez insistieron en la nueva forma de avanzar. Los pequeños intentaron seguir las instrucciones, aunque les costaba mucho trabajo. Pero con sinceridad trataron de hacerlo.

Sin embargo, sucedió algo curiosos. Sus mamás les decían cómo debían caminar, pero ellas mismas y todos los demás cangrejos a su alrededor continuaban caminando hacia atrás como siempre. "¿Cómo es que ellas hacen una cosa y nos enseñan otra?", dijo un cangrejito muy estudioso cuando las mamás no estaban presentes. Los demás estuvieron de acuerdo.

Algunos pensaban que era una broma que les querían jugar, otros aducían que debía ser más fácil caminar hacia atrás, puesto que así lo hacían los demás.

En vista de la rebelión, hubo de convocarse a una nueva junta de cangrejos. "La ley que hemos propuesto no funciona" admitió el anciano cangrejo que siempre decía la verdad. Y agregó: "Y no funciona porque no hemos predicado con el ejemplo, y lo cierto es que no podemos pedir a los demás que hagan lo que nosotros no hacemos".

La historia dice que esa es la razón por la que los cangrejos siguen caminando hacia atrás. Y la lección que se desprende de este simpático cuento infantil nos dice a nosotros que los demás prestarán más atención a lo que hacemos que a lo que decimos.

Y es una verdad que debemos aprender. Es muy difícil pedirle a un hijo que no se emborrache, si al padre se le pasan las copas muchos fines de semana. Y exigirle que estudie, cuando nosotros no tocamos un libro. Predicamos mucho más con el ejemplo que con todas las palabras del mundo.

Y también en las empresas será más fácil pedirle a los subalternos que se sean más productivos, si nosotros a nuestra vez somos productivos. Y que apliquen sanos principios de relaciones humanas, si nosotros también las aplicamos. Pero resulta poco menos que imposible esperar que sean sinceros, si nosotros no lo somos con ellos. Los romanos decían "Exemplum docet", "el ejemplo enseña". Y el profesor Dale Carnegie solía decir que además el ejemplo es casi lo único que enseña.

Todos aquellos que estén en un puesto de liderazgo, como padres, maestros, supervisores, gerentes, dirigentes políticos, religiosos o gremiales, deben comprender a fondo esta indiscutible verdad. Como decía William James: "Lo que haces habla tan fuerte que no deja oír lo que dices".

LO NEGATIVO: Pensar que para influir en los demás, bastan nuestras intenciones y nuestras palabras.
LO POSITIVO: Comprender que siempre acabamos predicando con el ejemplo

domingo, 13 de febrero de 2011

El maestro narró a sus discípulos el siguiente relato:

- Un hombre que iba por el camino tropezó con una gran piedra. La recogió y la llevó consigo. Poco después tropezó con otra, igualmente la cargó. Todas las piedras con que iba tropezando las cargaba, hasta que aquel peso se volvió tan grande que el hombre ya no pudo caminar.

¿Qué piensan ustedes de ese hombre? Preguntó el maestro
- Que es un necio -respondió uno de los discípulos- ¿Para qué cargaba las piedras con que tropezaba?

Dijo el maestro: - Eso es lo que hacen aquellos que cargan las ofensas que otros les han hecho, los agravios sufridos, y aun la amargura de las propias equivocaciones. Todo eso lo debemos dejar atrás, y no cargar las pesadas piedras del rencor contra los demás o contra nosotros mismos.

jueves, 10 de febrero de 2011

Vuela Alto

Se cuenta que poco después de despegar de uno de los pequeños e improvisados aeródromos de la India, un piloto oyó un ruido extraño que venía de atrás de su asiento y se dió cuenta que había una rata a bordo y que si roía la cobertura de lona, podía destruir su frágil avión.
Podía volver al aeropuerto para librarse de su incómodo, peligroso e inesperado pasajero. De repente recordó que las ratas no resisten las grandes alturas.
Volando cada vez más alto, poco a poco cesaron los ruidos que ponían en peligro su viaje. 

 
MORALEJA:
Si amenazan destruirte por envidia, calumnia o mal edicencia, VUELA MÁS ALTO
Si te criticaran, VUELA MÁS ALTO
Si te hicieran alguna injusticia, VUELA MÁS Y MÁS... ALTO
ACUÉRDATE SIEMPRE QUE LAS RATAS NO RESISTEN LAS GRANDES ALTURAS...

Que tengas el coraje de levantar vuelo y volar siempre alto, muy alto, con la cabeza en las nubes y los pies bien fijos en el suelo... pero que sepas mirar para abajo y ver que existen criaturas mucho más pequeñas que tú y cuán grande e importante eres delante de ellas, y que en esa misma proporción, también mires para arriba y veas cómo es de grandioso el cielo que te cubre y percibas el tamaño de tu pequeñez...

miércoles, 9 de febrero de 2011

La casa de los 1.000 espejos.

Se dice que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto día, un perrito buscando refugio del sol, logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa. El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera. Al terminar de subir las escaleras, se topó con una puerta semi-abierta; lentamente se adentró en el cuarto. Para su sorpresa, se dio cuenta que dentro de ese cuarto habían 1.000 perritos más, observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos. El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco apoco.. Los 1.000 perritos hicieron lo mismo. Posteriormente, sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos. El perrito se quedó sorprendido al ver que los 1.000 perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él. Cuando el perrito salió del cuarto se quedó pensando para si mismo: "Qué lugar tan agradable... Voy a venir más seguido a visitarlo!
Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró entrando al mismo cuarto. Pero a diferencia del primero, éste perrito al ver a los otros 1.000 perritos del cuarto se sintió amenazado ya que lo estaban viendo de una manera agresiva. Posteriormente, empezó a gruñir; obviamente, vio como los 1.000 perritos le gruñían a él. Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros 1.000 perritos le ladraron también. Cuando este perrito salió del cuarto pensó: "Qué lugar tan horrible es éste... Nunca más volveré a entrar allí! En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía:
"La casa de los 1.000 espejos.
Todos los rostros del mundo son espejos"

Decide cual rostro llevarás por dentro y ese será el que mostrarás. El reflejo de tus gestos y acciones es lo que proyectas ante los demás.

Donde escribes tú?

 Se cuenta de que dos amigos caminaban por el desierto. En un momento comenzaron a discutir y uno de ellos le dio una bofetada al otro. Éste, sin decir nada, escribió en la arena: “mi mejor amigo me dio una bofetada”
    Siguieron caminando y encontraron un oasis donde se bañaron.
El que había sido abofeteado comenzó a ahogarse, pero el otro lo salvó. Después de recuperarse escribió en una piedra: “mi mejor amigo hoy salvó mi vida”. Entonces el otro le preguntó: “Cuando te lastimé escribiste en la arena y ahora lo haces en una piedra. ¿ Por qué?
    El otro amigo le respondió: “Cuando alguien nos lastima, debemos escribir en la arena, donde los vientos del perdón puedan borrarlo; pero cuando alguien hace algo bueno por nosotros, debemos grabarlo en la piedra donde ningún viento pueda borrarlo”.
Donde escribes tú?

El arbol de los problemas


El carpintero que había contratado para que me ayudara a reparar una vieja granja acababa de finalizar su primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se había dañado, haciéndole perder una hora de trabajo, y su viejo camión se negaba a arrancar. Mientras lo llevaba a su casa, permaneció en silencio. Cuando llegamos, me invitó a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol y tocó las puntas de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso entusiasta a su esposa.

De regreso me acompañó hasta el carro. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad
y le pregunté acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes.

“Este es mi árbol de problemas —contestó—. Sé que no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa, y en la mañana los recojo otra vez. Lo divertido —dijo sonriendo— es que cuando salgo a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior”.

martes, 8 de febrero de 2011

La Caridad

“ La escasa economía no es impedimento para la caridad, ya que siempre tenemos dos ojos para ver a los pobres, dos oídos para escucharlos, una lengua para consolarlos y pedir por ellos, dos manos para ayudarlos y un corazón para amarlos ”.

lunes, 7 de febrero de 2011

¿A cual alimentas?

Un anciano indio describió una vez sus conflictos interiores:


- Dentro de mi existen dos cachorros. Uno de ellos es cruel y malo, y el otro es bueno y dócil. Los dos están siempre luchando...

Entonces le preguntaron cual de ellos era el que acabaria ganando.
El sabio indio guardó silencio un instante, y después de haber pensado unos segundos respondió:

- Aquel a quien yo alimente.
 

El niño y el perro

Un niño entró en una tienda de animales y preguntó el precio de unos cachorros que estaban en venta.
-Entre 30 y 50 pesos, respondió el dueño.
El niño sacó unas monedas de su bolsillo y dijo:
-Sólo tengo 2 pesos... ¿Podría ver los perritos?
El dueño de la tienda sonrió y llamó a Fifi, la madre de los cachorritos, que vino corriendo, seguida de cinco bolitas de pelo. Uno de los cachorritos venía el último y caminaba con dificultad.
El niño, señalando a aquel cachorrito, preguntó:
-¿Qué le ha pasado?
El dueño de la tienda le dijo que el veterinario le había examinado y descubrió que tenía un problema en el hueso de la cadera, de manera que siempre caminaría con dificultad.


El niño se animó y dijo con los ojos llenos de alegría:
¡Ése es el perrito que quiero comprar!
El dueño de la tienda respondió:
-No, a este no lo puedes comprar. Si de veras lo quieres, te lo regalo.


El niño guardó silencio y con los ojos llenos de lágrimas, miró fijamente al dueño de la tienda y le dijo:
-Yo no quiero que usted me lo regale. Este perrito vale igual que cualquiera de los otros y yo voy a pagarlo todo. Le doy ahora 2 euros, y le iré pagando cinco euros cada mes, hasta pagar todo.
Sorprendido, el dueño de la tienda le contestó:
-¿Cómo vas a comprar este perrito? Nunca podrá correr, saltar o jugar contigo y con los otros perritos.


El niño, muy serio, se agachó y se descubrió lentamente la pierna izquierda, dejando ver la prótesis que usaba para andar... Y, mirando al dueño de la tienda le respondió:


-Mire... a mí me falta una pierna... Yo no corro muy bien y el perrito va a necesitar de alguien que lo entienda. A veces despreciamos a las personas con quienes convivimos todos los días a causa de sus defectos, cuando en realidad todos somos iguales o peor que ellas. No nos damos cuenta de que esas mismas personas necesitan de alguien que las comprenda y las ame, no por lo que ellas pudieran hacer, sino por lo que realmente son. Amar a todos es difícil, pero no imposible.

El Fiel Compañero


Una pareja de jóvenes tenía varios años de casados y nunca pudieron tener hijos. Para no sentirse solos, compraron un cachorro y lo amaron como si fuera su propio hijo. El cachorro creció hasta convertirse en un grande y hermoso perro; salvó en más de una ocasión a la pareja de ser atacada por ladrones. Siempre fue muy fiel, quería y defendía a sus dueños contra cualquier peligro.
Luego de ocho años de tener al perro, la pareja logró tener el hijo tan ansiado. La pareja estaba muy contenta con su nuevo hijo y disminuyeron las atenciones que tenían con el perro. Este se sintió relegado y comenzó a sentir celos del bebé y ya no era el perro cariñoso y fiel que tuvieron durante siete años.
Un día la pareja dejo al bebé plácidamente durmiendo en la cuna y fueron a la terraza a preparar una carne asada. Cuál no fue su sorpresa cuando se dirigían al cuarto del bebé y ven al perro en el pasillo con la boca ensangrentada, moviéndoles la cola. Victor C. , el dueño del perro pensó lo peor, sacó un arma que llevaba y en el acto mató al perro. Corre al cuarto del bebe y encuentra una gran serpiente degollada. El dueño comienza a llorar y exclama: he matado a mi perro fiel!!!

¿Cuántas veces hemos juzgado injustamente a las personas? Lo que es peor, las juzgamos y condenamos sin investigar a que se debe su comportamiento, cuáles son sus pensamientos y sentimientos. Muchas veces las cosas no son tan malas como parecen, sino todo lo contrario. La próxima vez que nos sintamos tentados a juzgar y condenar a alguien recordemos la historia del perro fiel, así aprenderemos a no levantar falsos contra una persona hasta el punto de dañar su imagen ante los demás. 
 
HemisferioSUD

domingo, 6 de febrero de 2011

El Hermano Anciano


Le llamaremos Juan. Está despeinado, descalzo, su camisa agujereada; su pantalón anda en las mismas. Así vistió durante sus casi cuatro años de estudios universitarios. Es brillante... mas, es un tanto callado; se convirtió a Cristo mientras estudiaba. Cerca de la universidad hay una capilla: de gente refinada y económicamente bien acomodada. Tienen deseos de poder llegar a los jóvenes estudiantes, mas, no saben cómo hacerlo.

Un buen día, Juan decide visitar dicha capilla. Entra, descalzo, con su vieja y rota ropa y su cabello despeinado. La reunión ha comenzado; camina por el pasillo en busca de un lugar para sentarse. Como está lleno el salón sacramental, no halla lugar. La gente se ve algo incómoda, mas, nadie se atreve hablar. Juan se acerca al púlpito, mas, no hallando lugar, se sienta en el piso alfombrado (conducta aceptada en la universidad, pero que jamás había ocurrido tal en esta capilla).

¡Hay tensión en el medio ambiente... la gente está incómoda! Ahora el orador observa cómo un bien vestido, anciano y canoso hermano se encamina lentamente hacia Juan. Es un hombre piadoso, culto y refinado.

Mientras camina hacia Juan, la gente piensa dentro de sí: "No podemos culparle por lo que va hacer. Después de todo, no es de esperarse que un anciano reprenda a un joven, y mucho menos, sentado así en el piso."

Tarda en llegar hasta el frente... su bastón va sonando según camina. El silencio es absoluto. Ni siquiera se oye el respirar de los presentes.

Tampoco puede continuar el discursante ante su expectativa de lo que habrá de hacer el anciano.

De momento, observan cómo éste suelta su bastón sobre el piso y con gran dificultad se sienta en el piso junto a Juan con el fin de, junto a éste, participar de la reunión. La emoción no tarda en embargar a todos los presentes. Luego de que el orador logra calmar sus propias emociones, le dice a los presentes: "Lo que yo voy a predicar, tal vez ustedes nunca lo recordarán. Mas, lo que acaban de ver, jamás lo olvidarán. Tengan sumo cuidado de la manera en que viven. "Podría ser que ustedes sean el único "Libro canónico" que algunas personas alcancen a leer."
 
Adaptación HemisferioSUD

Cinco razones para no bañarme

1. No me baño porque me obligaron a hacerlo de niño. 

2. Tuve la costumbre de bañarme, pero hace tiempo la interrumpí. 

3. Ninguno de mis amigos se baña. 

4. Yo no puedo malgastar mi tiempo en bañarme.

5. Volveré a bañarme de nuevo cuando esté más viejo o más sucio....
 
Le invito que cambie el verbo baño por algunas acciones que deberiamos hacer ... ¿por casualidad, digo, no lo identifica con el dia domingo? ... 

HemisferioSUD

jueves, 3 de febrero de 2011

Autoestima

Una hoja de papel, puesta sobre un escritorio junto a otras hojas iguales a ella, se encontró un día cubierta de señales.
Una pluma, llena de tinta negra, había trazado sobre ella muchos diseños y palabras.
“¿Por qué me has tratado así?, dijo la hoja de papel a la tinta. “¿No podrías haberme evitado esta humillación?
  ¡Estaba tan blanca y limpia! ¡Pero tú me has ensuciado con tu negro infierno, me has estropeado para siempre!.”

“ Espera – le respondió la tinta- Yo no te he ensuciado, te he revestido de símbolos. Antes tú no eras más que una simple hoja de papel, ahora te has
  convertido en un mensaje. Tú guardas el pensamiento del ser humano, eres un instrumento precioso”                                                          

Autor:  Leonardo da Vinci

miércoles, 2 de febrero de 2011

El burro y el pozo


Un día, el burro de una campesina se cayó en un pozo. El animal oró fuertemente por horas, mientras la campesina trataba de averiguar que hacer.

Finalmente la campesina decidió que el animal ya estaba viejo, el pozo estaba seco, y necesitaba ser tapado de todas formas y que realmente no valía la pena sacar el burro. Invitó a todos sus vecinos para que vinieran a ayudarla. Todos tomaron una pala y empezaron a tirar tierra al pozo.


El burro se dio cuenta de lo que estaba pasando y lloró desconsoladamente. Luego para la sorpresa de todos, se tranquilizó. Después de unas cuantas paladas de tierra, la campesina finalmente miró al fondo del pozo y se sorprendió de lo que vio; Con cada palada de tierra, el burro estaba haciendo algo increíble… Se sacudía la tierra y daba un paso hacia arriba… mientras los vecinos seguían echando tierra encima del animal, el se sacudía y daba un paso hacia arriba.


Pronto todo el mundo vio sorprendido como el burro llegó hasta la boca del pozo, pasó por encima del borde y salió trotando…


La vida va a tirarte tierra, todos tipos de tierra… El truco para salirse del pozo es sacudírsela y dar un paso hacia arriba.


Cada uno de nuestros problemas es un escalón hacia arriba. Nosotros podemos salir de los mas profundos huecos, si nunca damos nuestro brazo a torcer.


Quieres  salir ? :

“Sacúdete y da un paso hacia arriba…”

Como se abrió el sendero

Un día, un becerro tuvo que atravesar un bosque virgen para volver a su pastura. Siendo animal irracional, abrió un sendero tortuoso, lleno de curvas, subiendo y bajando colinas.
Al día siguiente, un perro que pasaba por allí usó ese mismo sendero para atravesar el bosque. Después fue el turno de un carnero, lider de un rebaño, que, viendo el espacio ya abierto, hizo a sus compañeros seguir por allí.

Más tarde, los hombres comenzaron a usar ese sendero: entraban y salían, giraban a la derecha, a la izquierda, descendían, se desviaban de obstáculos, quejándose y maldiciendo, con toda razón. Pero no hacían nada para crear una nueva alternativa.
Después de tanto uso, el sendero acabó convertido en un amplio camino donde los pobres animales se cansaban bajo pesadas cargas, obligados a recorrer en tres horas una distancia que podría haber sido vencida en treinta minutos, si no hubieran seguido la vía abierta por el becerro.
Pasaron muchos años y el camino se convirtió en la calle principal de un poblado y, posteriormente, en la avenida principal de una ciudad. Todos se quejaban del tránsito, porque el trayecto era el peor posible.

Mientras tanto, el viejo y sabio bosque se reía, al ver que los hombres tienen la tendencia a seguir como ciegos el camino que ya está abierto, sin preguntarse nunca si aquélla es la mejor elección.